IE9: qué no encontrarás en su última versión

La nueva versión de Internet Explorer ya está disponible, con el particular revuelo que supone este tipo de eventos. Ríos de tinta corren cada vez que una nueva versión del navegador de Microsoft ve la luz, y esta ocasión no es una excepción.
La opinión unánime habla de la mejor versión de Internet Explorer hasta la fecha, con un soporte para los estándares sin precedentes. Las novedades son cuantiosas y visibles, pero ¿qué le falta? ¿Qué no verás en Internet Explorer 9?

Un buen uso de la interfaz

Es innegable que Internet Explorer 9 ha apostado por el minimalismo en su interfaz, pero no parece haberse arriesgado demasiado.
En comparación con el resto de navegadores, el espacio que deja para la página web es prácticamente el mismo:

No sucede lo mismo con las pestañas: en Internet Explorer 9 deben convivir con la barra de direcciones, lo cual limita drásticamente su área. De este modo, en un monitor de poca resolución -como un ordenador portátil- deberás elegir entre una barra de direcciones claustrofóbica o pestañas apiladas.
Esto supone un doble problema. Por un lado, tenemos un espacio claramente desaprovechado en la parte superior de la ventana, que no se utiliza para nada: ni tan siquiera los títulos de la página abierta.

Además, si no puedo ver el título de la página en la lista de pestañas, ni en la ventana principal ¿Cómo saber en qué página estoy?

Complementos realmente interesantes

Los complementos de Internet Explorer llevan mucho tiempo entre nosotros, en forma de controles ActiveX, barras para el navegador, etc. Sin embargo cada vez que una versión de Internet Explorer hace aparición se crea cierta expectación al respecto, que nunca es satisfecha.
Sí, técnicamente IE9 soporta complementos, pero dista mucho de ser siquiera similar al caso de Firefox, Chrome u Opera.

No sólo su número es escaso, sino también su calidad. En su enorme mayoría se trata de buscadores, aceleradores o barras de herramientas: el paraíso para el spam, que poco o ningún interés suscita en el usuario medio.

Una nueva ventana de opciones

¿Cuánto tiempo llevamos viendo la misma ventana de opciones? Algunos antropólogos sostienen la teoría de que el hombre de cromañón podría haberla conocido, y es que no ha variado casi nada desde hace años.

Cierto es que se van añadiendo como pequeñas opciones aquí y allí, pero el armazón es siempre el mismo: botones y botones por todas partes, listas interminables de checkboxes... Un infierno de la usabilidad.

Un buen bloqueo de publicidad / popups

La carencia de complementos interesantes hace que Internet Explorer deba incluir funciones que otros navegadores relegan a los programadores de extensiones.
Una de ellas es el bloqueo de publicidad que, si bien es de agradecer, no parece ser todo lo efectivo que nos gustaría. ¿Nuestra prueba? Un paseo por Mediafire para descargar un archivo. Resultado: dos ventanas popup abiertas, con premio de cupón diario incluido.

Ahora bien, no te preocupes. si cometes la insensatez de rechazar tal oferta, aún podrás conseguir tus cupones en esta molesta ventana.

Innovación

Solo hay que echar un vistazo a las novedades de Internet Explorer 9 para comprender que la innovación no forma parte de ellas.
Interfaz minimalista, gestor de descargas, arrastrar pestañas para crear nuevas ventanas, página de inicio con enlaces, control del rendimiento de los plugins y búsqueda de la barra de direcciones son funciones que no sorprenden a nadie, pues las hemos visto ya en Firefox y Google Chrome.

Abrir ventanas desde pestañas en Google Chrome

En cuanto al soporte de estándares, es de agradecer, claro está, pero no debería ser algo de lo que jactarse ahora, sino de lo que avergonzarse en el pasado. Así es como debería haber sido siempre.

Conclusiones

Hace aproximadamente dos años, Internet Explorer 8 veía la luz, y no nos acababa de convencer. En su momento hablamos de mejora, pero no al mismo ritmo que sus competidores.
Si desestimamos el tiempo que han tardado en actualizar a IE9, se puede decir que Microsoft ha aumentado el ritmo y, con esta versión, pretende captar adeptos de otros navegadores. Y es que este Internet Explorer 9 puede, por fin, competir con el resto de navegadores, pero el tiempo nos dirá cómo le va en esta mision.
De entrada, lo que está claro es que no lo hará en igualdad de condiciones, y es que, a diferencia de sus competidores, IE9 no estará disponible para Windows XP, instalado en más 50% de los ordenadores.
En resumen, esta versión supone un avance, que podría haber sido mucho mayor si se hubiera apostado por unos cambios más radicales y arriesgados. Demasiado conservador.